MORENA, consolidar al Partido o ser el partido del señor Presidente

MORENA, consolidar al Partido o ser el partido del señor Presidente

MORENA, consolidar al Partido o ser el partido del señor Presidente

Escuchando a Emir Sader, decía que, por la propia naturaleza del encargo, el Poder Ejecutivo debe estar en el día a día, EJECUTANDO las decisiones del pueblo. Por otro lado, el PARTIDO es el encargado de PENSAR el país, ideando los proyectos a largo plazo

Partiendo de esta máxima, MORENA debe pensar al país a largo plazo. Debe pues transformarse de una estructura electoral, exitosa, en una auténtica caja de resonancia de las aspiraciones del pueblo mexicano. MORENA pretende ser un PARTIDO-MOVIMIENTO, pero en este momento es más movimiento que partido. Debemos trabajar, militantes, simpatizantes o no, para equiparar, cualitativamente, el PARTIDO con el MOVIMIENTO.

Hay que fortalecer, dando estructura y coherencia ideológica al partido (que hasta ahora solo ha sido un aparato electoral y en mucho menor medida un tanque de pensamiento del pueblo). MORENA debe ser el instrumento político, el Intelectual Colectivo que esté a la altura de los cambios urgentes que el país necesita.

La relación con AMLO


Sin duda alguna, la figura del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, es la un líder Bonapartista, o en términos de Antonio Gramsci; un Cesarista. Esta figura puede ser de carácter conservador o progresista. El pueblo debe orillar a AMLO a ser un Cesarista Progresista. Bajo esta caracterización, es imposible que AMLO pueda armonizar visiones y proyectos de país tan encontrados; si los de abajo no nos movilizamos política e ideológicamente, la correlación de fuerzas se inclinará hacia la derecha del gabinete -la vicepresidencia virtual de Alfonso Romo es una prueba de ello-. 

MORENA debe tener una estrecha coordinación con el gobierno, al cual habrá que apoyar en las diversas medidas de carácter progresistas que tome y defender de los ataques de la derecha nacional e internacional. El partido deberá desplegarse para contrarrestar, a nivel de territorio y sector, los embates de la guerra psicológica que, cuando vea condiciones, la derecha lanzará contra el gobierno de AMLO. De estos ataques tenemos claros ejemplos en los distintos países con gobiernos nacional-populares en América Latina.

Esto no significa que no se pueda criticar al nuevo presidente. MORENA, la izquierda social y los hombres y mujeres honestos debemos apoyar a AMLO en las medidas que velen por el interés de las mayorías y de las clases populares. Y del mismo modo, criticar con la fuerza de la razón, todo intento de políticas regresivas y que atenten con el interés colectivo, contra el pueblo y contra la soberanía de la nación.

Que el gobierno de AMLO sea fuerte, incluso muy fuerte, no es problema, eso es un prejuicio liberal. Que sea su gobierno, en términos gramscianos un cesarismo, incluso puede ser positivo para los de abajo. Se iniciaría una experiencia didáctica que puede preparar a los de abajo para tareas revolucionarias futuras, -si el cesarismo es progresivo y no utiliza su poder para impulsar una modernización desde arriba, excluyendo a los más, es decir, una Revolución Pasiva-, podemos tener seis años de aprendizaje y preparar las futuras luchas que seguramente enfrentaremos como pueblo organizado y cohesionado. 

MORENA, consolidar al Partido o ser el partido del señor Presidente


La labor de MORENA, y de toda la izquierda mexicana es recordarle todos los días al Poder Ejecutivo y al Legislativo que fueron mandatados inequívocamente por 30 millones de mexicanos, para acabar con el sistema neoliberal. Que su misión es instaurar en este país la honestidad, justicia e inclusión popular en la toma de decisiones, que son valores de la izquierda y las democracias participativas más avanzadas.

MORENA debe impulsar el rescate de la industria nacional. La propiedad estatal en sectores estratégicos como el petróleo o la electricidad, y la propiedad social para reactivar la economía interna, debe ser una línea de acción del partido. La propiedad privada solo debe permitirse en sectores no estratégicos y que no vulneren la soberanía nacional y la seguridad nacional del país.

Democracia interna


Si no hay democracia interna y debate ideológico en MORENA, la 4ª transformación es imposible. El partido debe tener una democracia interna que lo haga fuerte orgánicamente, para PENSAR en la sociedad por sí mismo, debemos evitar el vicio de convertirnos en el partido del Sr. Presidente. 

En MORENA están prohibidas las corrientes o tribus, dada la trayectoria corporativa y clientelar de muchos de sus integrantes, la medida es acertada. Pero debería matizarse estatutariamente; agregando que NO está prohibida la PLURALIDAD DE OPINIONES, ni el promover el DEBATE IDEOLÓGICO.

Y como dicen sus documentos básicos, que está prohibido actuar como corriente dentro del partido, a las fracciones en el Senado y la Cámara de Diputados debe exigírseles que voten de acuerdo a lo acordado en los Congresos y Consejos Nacionales del instrumento político. Si la correlación de fuerzas lo permite, y estamos en el momento más fuerte, mandatar a Diputados y Senadores de MORENA a progresivamente acabar con las reformas neoliberales que han convertido a este país en una fábrica de pobres. La Declaración de Principios del partido así lo especifica

Ninguna medida que contravenga este principio debe permitirse en el partido, y de incurrir en esto, debe ser caer todo el peso del estatuto a quien o quienes incurran en esto. 

La Constitución Moral propuesta por AMLO para la nación, debe aplicarse primeramente en el partido. Es inmoral estar en tal o cual cargo por dedazo, compadrazgo o pago de cuotas. Lo acordado en el Congreso Extraordinario del 19 de agosto pasado, donde se acordó que, si un dirigente o militante que tiene alguna función dentro de la estructura burocrática del partido, debe por otras razones dejar el cargo, el sustituto será nombrado por la Dirigencia Nacional, atenta a ojos vistos esta máxima. Si permitimos decisiones de este tipo, podemos ir despidiendo la democracia interna necesaria para las circunstancias que el país requiere.


MORENA se ha venido colonizando de agentes acomodaticios que ven en MORENA un salvavidas de su carrera política (los expanistas Gabriela Cuevas y Germán Martínez, y el experredista Miguel Barbosa solo son los casos más escandalosos). Gente que antaño atacaba, denostaba, se burlaba del pueblo o se servía de él, ahora milagrosamente, aquello de que solo el pueblo puede salvar al pueblo. Utilizan sus años de experiencia en la burocracia estatal o partidaria, para penetrar una colectividad naciente como es MORENA. Mañas y politiquería son su moneda de cambio. La colonización de la derecha dentro del partido es un hecho. Militantes y simpatizantes del partido, ciudadanos sin partido y personas de buena voluntad, debemos disputar la hegemonía contra ellos. Desde hoy se debe decir fuerte y claro, MORENA NO PUEDE SER UNA AGENCIA DE CHAMBAS.

MORENA, consolidar al Partido o ser el partido del señor Presidente


Tristemente vemos la reedición de vicios heredados del PRD ahora en MORENA. Y al no haber una buena formación política a lo largo y ancho del partido, no hay debate ideológico, ni valoración de la ética necesaria que acompañe la transformación del país. 

Los dirigentes y las bases se comportan como en el PRD: abundan los lamebotas, los cargaportafolios y los que hacen eventos mediáticos con el objetivo de que las dirigencias los vean y quizá, les avienten un puesto para vivir del erario. Progresivamente vemos cómo los dirigentes en todos los niveles, distribuyen puestos a los más abyectos, los más serviles, los que no disienten, y no a los más capaces y honestos.  

La labor pedagógica popular realizada estos últimos años por Enrique Dussel, Héctor Diaz Polanco, la Escuela de Formación Política Carlos Ometochtzin y especialmente Paco Ignacio Taibo II con la Brigada Para Leer en Libertad, y muchos otros que no conocemos, son esfuerzos encaminados a educar políticamente al pueblo. Pero no es suficiente. No son conferencias lo único que necesitan las masas. 

El Instituto de Formación Política Nacional, anunciada el 19 de agosto en el Congreso Extraordinario, se revela de capital importancia para formar políticamente a militantes y no militantes de MORENA, debe ser el encargado de formar a los intelectuales orgánicos del pueblo, un semillero de ciudadanía crítica e informada. El partido debe dar la batalla por la HEGEMONÍA CULTURAL, y solo un partido capaz de elevar el debate político, de ideas, formar militantes y dirigentes populares comprometidos con el desarrollo del cause nacional-popular del país, armados en la teoría y la praxis, posibilitara desmontar los consensos culturales y de sentido común, producto de 30 años de neoliberalismo en México.

Del mismo modo, el papel de la prensa debe ser efectivo y masivo. El Periódico Regeneración, dirigido exitosamente por Jesús Ramírez Cuevas, debe ser en el futuro, no solo el periódico donde se informe el pueblo de México, donde se expresen las iniciativas del partido. Debe ser también el espacio para el debate de ideas. Debe convertirse en el instrumento de difusión, formación y propaganda, para disputar la hegemonía cultural y política a los potentados y dueños del dinero. Aunque muchos han echado las campanas al vuelo, y los cantos de sirena del triunfalismo no dejan ver que, no es lo mismo ocupar el aparato burocrático, el Estado, a conquistar efectivamente el poder real, la HEGEMONÍA, en palabras del Vicepresidente boliviano Álvaro García Linera:

"... Hegemonía es eso, hegemonía es liderazgo intelectual y moral, y ¿qué es liderazgo intelectual y moral? Es liderizar el sentido común de las personas, el sentido de lo justo, de lo valedero, de lo que vendrá a futuro, del orden de las cosas, del sentido de la sociedad, de cómo está organizado el país y hacia dónde debe ir."
"En el fondo eso es hegemonía, y una clase social o un bloque social revolucionario es hegemónico porque tiene la capacidad de expandirse, intelectualmente, moralmente hacia otras clases sociales distintas de ellas."

Sin ideas de fondo, más que consignas. Sin pluralidad de ideas al interior del partido. Sin debate ideológico y formación política sistemática. O temor a no salir en la foto. Sin tener miedo a gobernar y conquistar la hegemonía política y cultural del pueblo mexicano, MORENA no podrá ser el partido que el pueblo de México necesita para enfrentar esta 4ta transformación. De no ser así, quedara solo en una transformación de cuarta.

Tal vez te interesen estas entradas

No hay comentarios